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Niña.

Nunca me sentí más lejos de lo que estoy ahora,

con tantos sueños que tenía

y todas las noches cerraba los ojitos y me ponía a soñar...

y veía las plumas de mil colores que los ángeles me dejaban en el arco iris de la mente infantil de una niña con dulces ojos...

para convertirme ahora en una mujer con dos ojos perdidos en la ciudad, buscando más respuestas,

esperando nuevas noticias,

Ya lo zapaticos de moñitos y cinticas los he cambiado por un par de sucios tenis de tanto andaragiar,

ya mí llanto no se consuela con mí muñeca sino con un ser que llora de verdad,

y ahora aquí presente,

creo que me doy cuenta que no extraño dormir,

prefiero mi insomnio a ver realidades fabricadas por aquellos que en esos tiempos me cuidaban,

que querían moldearme para ser una muñeca,

que buscaban que no pensara por si sola,

que pretendían fabricar mis palabras a su antojo,

que querían verme así, mujer de ejemplo,

y ahora mis letras son dignas de expresar

Sin pudor, sin temor.

Comentarios

Anónimo dijo…
Me encanto la lectura... es muy cierto! Especialmente nosotras, las nin~as y mujeres, crecemos con algunas expectativas en la vida que son solo presentadas por una realidad incierta y a medias, por las personas que nos quieren. Al crecer, tropezamos con una realidad dura e incierta sobre hacia donde vamos y como nos dirigimos hacia ella...

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