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Mostrando las entradas de 2009

Letras de Noche

Un oxigeno fresco y nada alrededor, relata tus bellas historias, cuenta tus cuentos, vive tu vida respira por ti, vuelve a ti, vuelve a lo que eras... Siéntete vivo, siente la luz del día, recuéstate en mi tranquilidad, abraza al sol y duerme en la luna, no escuches a aquellos que dicen que estás loco, no lo estás, ellos no ven lo que tus ojos llegan a ver y yo en esta preciosa soledad a punto de saltar a la infinita sinceridad, esta bonita soledad, un poco triste, melancólica y ojala nunca sea efímera, para que vienes a mi lado si no me sientes donde estoy. El mundo es egoísta debemos aprenderlo, el mundo no nos ve, debemos evitarlo, te encerrare a mi lado en este manicomio morado te ataré a mi espalda para no perderte nunca y que veas lo que yo jamás veré. Siéntete fresco con la brisa de la mañana y aprende a comerte las uñas para ocultar el crimen que no cometiste. Ríete demencialmente de aquellos que no se recuerdan hace 10 años, estamos para recordar, no para hacernos viejos, y si

Una cajita pequeñita

Estoy buscando una cajita pequeñita, para disminuir todo y meterlo allí, y guardarla en un cajón. Y sacarla cuando ya nada importe. Una cajita pequeñita, con un moñito para que se vea más bonita, y ojala gotitas de lluvia para hacerla melancolica. Una cajita pequeñita, bonita y melancolica. Una cajita pequeñita.

Pensamos mucho en el futuro

Iba ella con sus pantalones rotos, sus converse rotas, unas gafas a medio poner (con un lente roto, por supuesto) y una camiseta roída en el cuello. Iba ella toda rota caminando por el parque, ese parque que cuando hace mucho viento pareciera que llovieran hojas y camina sobre ellas, un poco melancólica. Iba pensando en lo que le iba a decir, en lo que iba a escuchar y en cómo todo iba a terminar. Como siempre, pensando en el futuro. Pensando en todo lo que iba a hacer cuando pudiera decir lo que tenía que decir, cuando pudiera hacer lo que debía decidir. Seguía caminando con el cabello sobre la cara pensando en cómo tenía qué pensar, pensando en el futuro, pensando en lo que podría pasar. Llegó y lo vio sentado con esa cara de preocupación que siempre tiene, porque él piensa mucho en lo que debe hacer mañana, en lo que debe hacer en una semana, en lo que debe hacer en un mes. En lo que debe pagar, en lo que le tienen que pagar y en lo que pasará cuando ya no tenga nada que pagar

¿Y si...?

No sé cómo hacerlo Guardarme las palabras que quiero decirte No gritarlas, no balbucearlas, dejarlas guardadas en mi mente. Reprimir esa sonrisa de mi rostro al verte Al verte sonreír Al escucharte hablar Al sentirte cerca, cerquita… no tanto. Olvidar ese sueño Olvidar que te daba un beso Olvidar ese beso que jamás existió. No quiero salir del país de los sueños Pero dear, estar allí no me conviene. ¿Y si me dices lo que quiero decirte? No tendría palabras que guardar Sabría cómo escucharte y qué responderte ¿Y si sonrieras al verme? La sonrisa sería natural Y nada sería malo Todo sería normal. ¿Y si me soñaras? Ya no tendría que olvidar ese sueño ¿Y si todo fuera real? No viviría en el país de los sueños Estaría en una efímera realidad Sólo para olvidar lo que el mundo nos tiene preparado allá afuera Y estar “in a little while”… Escrito un miércoles de julio.

Disfrútalo mientras dura

El silencio sepulcral El primer brillo del sol El último rayo de la luna El primer vistazo a un arco iris Su sonrisa Lo bien que te ves cuando te acuestas Lo bonito que cantas en la ducha Lo gracioso de ese chiste La ternura de esas palabras El ritmo de esa canción La serenidad de la madrugada que trae sorpresa en el día El último respiro del que eres consiente Esa bocanada de humo El olor que pasa por tu lado La mano que sostiene la tuya El suspiro del orgasmo Y te acuestas a su lado, agotado Disfrútalo mientras dura.
Es cuando escuchas esas canciones Que te hacen flotar al más allá Una bonita entonación que te hace soñar Una notilla que te hace reír Esa risa que esconde una secreta verdad

Sonríe

Es que no te queda más que hacer el día de hoy. De nada te sirve tener una amargura en tu ser, si sonríes te sentirás mejor. Pero no lo hagas por hipocresía o por demencia absurda, hazlo por algo que te haga sonreír, hazlo porque llueven hojas de los árboles, porque escuchas la sonora risa de alguien que está a tu lado, porque cuando alguien te ve, te sonríe. Sonríe porque tienes una imagen graciosa en el espejo, porque tus medias no combinan o porque estás despeinado. Sonríe porque hay gotitas en tu ventana o rayos de sol en tus ojos. Siéntete bien sonriendo, no te culpes por sonreír cuando nadie más lo hace, sonríe por el hoy. Sonríe mientras bailas, baila para sonreír así no estés en una fiesta, convierte tu día en una fiesta, convierte tu vida en una fiesta. Sonríe por esa fiesta. Sonríe porque te tropezaste, porque ya has dejado de llorar, porque alguien ya dejo de llorar. Sonríe por los pájaros con ojos felices o por las ratas que llevan su cola a rastras. Para sonreír baila, dis

Respuesta

No buscaba nada porque nunca encuentro lo que busco Ni esperaba nada porque me impacienta esperar Ni siquiera pensaba en una cosa, porque tengo mucho que pensar Y te encontré caminando un día, sentado en el horizonte y mirando hacia él Como buscando una respuesta a esos profundos sentires que se esconden detrás de tus ojos Una respuesta que ninguno había podido ver Descifrando lo indescifrable, buscando lo que no encontrabas Eso que yo no buscaba Yo estaba cerca, alborotada como soy, un poco más atrás No estaba sentada porque eso me cansa, pero estaba justo atrás Y cuando pasé, imperceptible, por tu lado Me rozaste la mano, pero como no la sentí, seguí caminando Ahora estaba adelante, cegándome para no sentir. Ahogándome para respirar Y tú andabas igual Pero ya no estaba atrás, tú veías lo que yo era, lo que quería esconder porque lo escondía en la parte de atrás. Lo veías pero no lo querías decir Y como es la vida, que en una frenada mía y un acelerón tuyo Quedam

En Agosto Hace Frío

- Dame un abrazo… pero no me mires así, es sólo un abrazo. - ¿Por qué un abrazo? - Tengo frío… claro que eres un témpano de hielo, pero también el único ser humano que está más cerca. - Tú no cambias mujer… y no hace frío. Carajo, si hacía frío, los ventarrones eran helados y la noche traía aún más frío, pero ahí estaba él quieto, mirándome, hermoso como yo siempre lo había visto. - no te veía hace mucho mujer - es que no me había dejado ver Lo quería… lo quiero y eso no cambia. Me deslumbra cada vez que lo veo, me encanta ese artista, me gusta su mirada y su voz, me encanta escucharlo. Me confunde, pero me hace feliz por minuto y medio. Estábamos en un parque cualquiera, en una noche cualquiera de cualquier agosto. Con nosotros eso no importa, el tiempo y la distancia no existen. Empezamos a caminar, las hojas corrían con el viento. - mira… las hojas huyen de nosotros - sí, el alma las asusta, sobre todo la tuya- le dije Me lo encontré en un ciudad cualquiera u

Tóquela

Cuento para el Primer Concurso de Cuento Corto SoHo.com.co (comunidades) , no gané ni quedé en el ranking, pero bueno. Tal cual como la mujer y el amor, el fútbol y el balón… y lo escribe una mujer. Usted llega muy propio a la cancha, calienta, hace el trotadito ese en el mismo lugar (aún no entiendo para qué trotan en el mismo lugar si es más divertido moverse, pero bueno), pega un brinco, gira el tronco, toca el césped y hágale mijo a correr. Entonces, de manera muy propia también llegan sus contrincantes, hacen el mismo ejercicio y empieza el chico. El balón lo tienen los contrincantes, y empieza a rodar por la cancha, se escuchan los famosos dichos de los hombres cuando están jugando y su equipo no ha tocado el balón. Empiezan a subirse los ánimos, usted llega y de manera muy habilidosa logra robarse el balón, pasa corriendo la cancha y se siente como si fuera Cristiano Ronaldo en plena Premier League. Escucha en la voz del “tigre” un estruendoso grito que le dice “Tóquela, tóquela

Dilo ahora

Una noche de esas tantas me llegó un mensaje (no divino, pero sí como una especie de señal). Entre líneas pude leer la respuesta que estaba buscando: Dilo ahora. Es que si no lo dices ahora, después será tarde. Si no le dices ahora eso que tienes atravesado en la garganta, muy pronto ya no encontrarás la manera de decirlo, corres el riesgo de que se te olvide o que el miedo te consuma y nunca lo hagas. Te quedarás con la duda de ¿qué hubiera pasado si…? Y la verdad, prefiero no pensar en eso. Si no lo dices ahora puede alejarse de ti, puedes perder la oportunidad de hacer un cara a cara y decirle eso que tanto deseas que sepa. Si no lo dices ahora, si no lo sacas de tu interior, puede llegar a crecer dentro de ti y no sabes qué tan bueno sea eso para tu salud. Si no lo dices ahora, si no vences tu miedo y lo dices, nunca lo dirás, dilo ahora, no te lo guardes, de pronto es tan importante o tan especial que no tiene porqué estar guardado. Dilo ahora, aprovecha la oportunidad. D

Escóndete

No te dejes ver. Juguemos a que yo no te veía como te veo en este mismo instante. En el mejor escondite lejos de mí. No te dejes ver, no me dejes verte, escóndete pero sólo de mí. No me dejes ver todo lo bonito que tienes. Ni lo bien que te ves a veces. Dale, escóndete y permíteme no soñarte más, permíteme que esos pensamientos se vayan lejos de mi mente. Escóndete y no me dejes ir hacia ti, cuando me acerque mucho, corre a tu escondite y oculta todo esa magia que llevas sin saber. Estoy jugando solita a esconderte y tú me dejas verte. Escóndete lejitos, bien lejitos. Juguemos a que yo no te encontraba. ¿O mejor a que te encuentro? ¿O me estoy imaginando este juego?

¿Te acuerdas de allá?

Allá, el rincón en donde te escondías cuando los monstruos llegaban, te refugiabas en sus brazos, escondido en el rincón para que no te alcanzaran, y luego descubrías que era la sombra del armario juguetón. Ese allá, en donde un piso de madera se convertía en un rompecabezas gigante, te decían que no lo desbarataras, nunca entendías por qué te decían eso si era un rompecabezas gigante y siempre lo armabas nuevamente. Allá, cuando una montaña de arena se convertía en el Everest y tú, imponente, te subías a la cima y eras el conquistador del mundo entero. Allá, en la tierra de príncipes y piratas, donde todo iba con un sonrisa en la mano y creías que la astronomía hacia plas plas, era parte de tu mundo. Allá, donde el amor era un corazón, los payasos eran malos, un reloj de oro era otro juguete más, una sonrisa de mamá era tu estrella más grande y la comida que no te gustaba era peor que los monstruos que te perseguían. Allá, cuando querías te convertías en doctor, bombero, profes

Nunca es suficiente

Nunca lo ha sido y para el día a día es más difícil sobrellevar el corazón a lo cruel del mundo. Leí alguna vez que todas las personas mienten, la única variable es acerca de qué, y lo creo firmemente. Entregas ese pequeño trozo de ti, sin esperar más a cambio que el buen trato y te estrellas con lo bonito del dolor. Nada ni nadie es para siempre. Algunos se sientan a rezar, otros se sientan a esperar que todo cambie, otros un poco menos astutos sólo ven como corren lagrimitas de cielo por sus mejillas. Nada es inevitable, todo sucede por una razón… ¿Cuál es la razón? Enviarte lejos del destino y burlarte de él. Nadie lo sabe Lo que es seguro, es que para mi la derrota no es una opción. También leí que las cicatrices son las marcas de un guerrero, son su victoria o su perdición… Es como el vaso medio lleno o medio vacío, todo depende de cómo lo veas. Prefiero no esperar, en vez de esperar me siento a reír. En vez de rezar o suspirar por lo perdido, le susurro mis sueños al hermoso día

¿Actuar o pensar?

Hoy no tengo ganas de pensar. Veo como pasa la gente por la ciudad desde una ventana que señala al cielo, como si allí fuéramos a buscar alguna salvación. Se encuentra la señora del frente con el jovencito que muy bien le lidia sus deseosos achaques de su no tan avanzada edad. En el Transmilenio la gente se empuja por entrar y terminan escupiéndose hacia el vehículo que casi le arranca el morral a más de uno. Los carros pasan sin dejar marca alguna ¿le pasará eso a quienes van en su interior? Hoy no tengo ganas de pensar, insisto, lo cual es malo, pues mi labor es pensar. Aunque no tengo la intención de hacerlo, quisiera perderme detrás de algún muro para no dejarme ver de nadie y respirar lo bonito de la tranquilidad. Pero no tengo ganas de pensar, ni en mí ni en nada. No quiero leer los periódicos y las opiniones que tanto me gustan, no quiero saturarme con la actualidad de mi país, con su gobierno y oposición, con sus trampas y mentiras; no quise mirar lo que me alimenta creat

Oscuro amanecer

Una noche más en que el alcohol y la droga hacen su brillante aparición. Cuando yo menos los necesito los hilos de líquido recorren mi garganta y montañitas blancas me hacen sentir bien. Que inapropiado es que una señorita puestecita, con carita buena se lance a los vacíos de las noches de Rock and Roll. Mil imágenes se pasan por mi cabeza, todo corre rápidamente en mi interior, la noche se vuelve de neon, las lucecitas brillantes del cielo son insulsas al lado del relampagueante destello sobre mi cabeza. La gente se vuelve intermitente, todos son robots sonrientes, mascaras bacanales me asustan y termino en un rincón sedienta con un sabor amargo en la boca. Sonrío como un zombi, me convierto en ese ser nocturno que siempre he odiado, en ese ente sin sentimientos reales, sólo sentimientos llenos de químicos, son esos lo que me dilatan las pupilas. Y disfruto estar así, ya no me arrepiento, nada de lo que satura mi cabeza me genera cargos de conciencia. Solo recuerdo las imágenes recost

La señora de pelo rojo y sopa de papas.

Este es un escrito como homenaje y despedida para Fanny Mikey: Llego en barco y se fue al cielo. Un par de hermosas piernas y la energía comparada con la del sol le sirvieron de gasolina para llegar al inalcanzable límite, el único que tenía, el cielo. Llega a tierras extranjeras a bailar salsa en vez de tango, a tomar tinto en lugar de mate y a vivir intensamente cada minuto de su vida. Llega persiguiendo un amor y queda enamorada de la tierra de la desesperanza, llega a sembrar alegría, llega a crear sueños e ilusiones y, como hormiga roja, no deja de trabajar ni un minuto en medio de las tablas. Se convierte en pionera de sueños, en la reina de la tierra de los sueños. Cada día es diferente, cada día se reinventa la mujer de grandes pechos, de mirada seductora y sonrisa juguetona. Nunca llega la noche, para ella no existía la noche y aquellos sueños nunca fueron inconscientes, siempre los tuvo reales, presentes, palpitando en la incesante pasión de su espíritu para convertirse en

Para enamorarse no hace falta sino ser bestia

Para morirse no hace falta sino estar vivo. Eso dice mi papá. Para enamorarse no hace falta sino ser bestia… Porque hay que ser bien bestia para enamorarse de alguien que se apareció de repente en tu vida, así sin pedir permiso. El corazón se vuelve una mezcolanza de sonrisas idiotas… luego uno va a ver que el idiota, en efecto, es uno. El problema realmente es que uno no se siente tan idiota sino hasta cuando ya toda la tempestad de emociones ha terminado, cuando ya ve pasar en la mente imágenes que harían sonrojar a cualquiera, o eso cree uno. Y en los momentos más felices de la relación están las lagrimas de la despedida… ahí es cuando empieza a nacer el dolor, cuando empezamos sin darnos cuenta a germinar y sembrar las primeras raíces de las, al parecer, interminables lágrimas, las eternas canciones y los olores que por alguna razón empiezan a perseguirlo a uno por donde vaya… No sean bestias, el amor es perjudicial para la salud… aunque el cigarrillo es igual y ahí me tienen fumán

Soy del común

No me había fijado que estaba cansada de los intelectualoides que citan en sus frases a por lo menos 5 escritores, 4 obras y 3 frases célebres. Me di cuenta hasta el día de hoy. Esos seres con un aire interesante de misterio que se ocultan en su fachada bohemia y que lo único que saben hacer es caminar con estilo dejando atrás el humo del cigarrillo que llevan característicamente en sus escuálidas manos. Es bien sabido por estos personajes que de alguna manera llaman la atención… Nunca nadie sabe por qué. Me cansé de escucharlos, de verlos, de tratar con ellos. De querer hacer gala de sus conocimientos frente a la gente del común pues se sienten superiores al saberse de memoria grandes obras de reconocidos autores… Como si eso los hiciera en algo sociables o por lo menos realmente interesantes. No lo crítico, me parecen muy interesantes aquellas bibliotecas narcisistas andantes, pero no dejo de pensar que más allá de un simple apego por el intelectualismo (mal llamado) cultural,

¿Acaso Dios?

Últimamente he estado pensando en mi vago y sin sentido dicho “¿Quién soy yo para negarle amor al mundo?” Debido a variadas opiniones al respecto, he estado analizando que tan bueno sería el dicho para aplicarlo a la vida, más allá de un hombre. La frase es simple y concreta, la he utilizado para burlarme de las diversas condiciones en la que me he encontrado y me la paso gritándole a mis compañeros que quién soy para negar amor… Claro, todos lo tomamos de una sola manera y no es precisamente a la que me voy a referir. Pero brindarle amor al mundo va más allá de un par de besos, copas y cuerpos rozándose, sin ánimo de tumbar mi propia filosofía y a manera bastante personal podría decir que le brindo un poquito de amor al mundo cada día, al mundo en general. Brindarle amor al mundo está en sonreír cuando es necesario, explotar de emoción cuando veo al sol brillar por la ventana, hacer reír a la gente (así sea con obscenidades, felicidad es felicidad). Brindar amor es ayudar a la persona

Odio hoy.

Hoy, un día tan normal, tan tranquilo, tan soleado y entre el sol las gotitas. Hoy es un día cualquiera para el mundo, pero no para mí porque yo hoy odio al mundo. No sé realmente si el mundo me odia a mí justo hoy, pero yo lo odio hoy y sólo hoy. Odio que el pequeñito no haya querido desayunar rápido, odio que la ducha me congele, hoy odio el tinto frío pero me gusta amargo, cuando generalmente lo odio amargo. Hoy odio que el sol me golpee los ojos y las gotas me rocen el cabello, odio al gato que siempre me mira cuando salgo por la puerta con ese blanco que odio hoy. Hoy odio a los pajarracos grandes que se sientan en los techo porque hoy y sólo hoy no tienen motivos para vivir. Odio al imbécil que me empujó en el bus esta mañana, odio al conductor porque en el puente casi me hace caer cuando estaba leyendo un cuento sobre el odio y odio al mismísimo bus. Hoy y sólo hoy odio caminar sola, odio la tienda y al amable señor que me vende los cigarros. Odio el pasto ta

Si tan sólo pudieras leer.

No puedo perderte de manera tan ruin. No he llegado hasta acá para ver como te vas con el enemigo, he librado mil guerras, he pasado por varios campos, he caminado de manera distinta sólo para llevar tu mano en la mía y ahora prefieres irte lejos, como si todo lo que he brindado por ganar no valiera de nada. ¿Sería justo acaso culparte? ¿Sería justo retenerte? ¿O sería más justo dejarte ir lejos? He luchado tanto por conquistar esa sonrisa que ahora sonríe tras alguien más… Como es posible que luego de tantas caídas me dejes a mi suerte, ¿no puedes ver que soy yo quien más te ama? No me siento orgullosa de todas las batallas que he librado, ni siquiera estoy segura si las he ganado, pero no puedo perderme en lamer mis heridas, siempre las he hecho cicatrizar, siempre las he lucido arrogante, siempre me he pavoneado de llevarlas conmigo, unas más escondidas que otras, pero siempre han estado allí, victoriosas. Alguna vez leí que el símbolo de un guerrero son sus cicatri

Liberado en el cuento

El temor más grande no era hacia ella, era hacia mis locos impulsos, no resistía la tentación de tenerla tan cerca y yo cada vez la alejaba más. Eran tantas las veces que la tuve tan cerca y yo inmóvil, con ganas de hablarle pero son ímpetu alguno. Era difícil la situación sabiendo que el entorno no ayudaba a lo que sentíamos. ¿Sería un capricho de una señorita de letras? Repetidas veces su respuesta era no, repetidas veces sólo atinaba a decirme que no confiaba en ella misma cuando me tenía cerca. Siempre en las noches frías de mi hermosa ciudad añoraba la presencia solitaria de la damita andante que recorría conmigo las calles sin protesta alguna, así que decidí frenarlo todo, frenar esos impulsos, más los de ella que los míos. Cuando pensaba que tenía todo bajo control ella se metía con fuerza en mi alma, no permitía esa distancia, yo luchaba por alejarla y ella por acercarme, era una guerra estúpida como todas las de este mundo. En un momento me encontré envuelto en uno d