Ir al contenido principal

Respuesta

No buscaba nada porque nunca encuentro lo que busco
Ni esperaba nada porque me impacienta esperar
Ni siquiera pensaba en una cosa, porque tengo mucho que pensar

Y te encontré caminando un día, sentado en el horizonte y mirando hacia él
Como buscando una respuesta a esos profundos sentires que se esconden detrás de tus ojos
Una respuesta que ninguno había podido ver
Descifrando lo indescifrable, buscando lo que no encontrabas
Eso que yo no buscaba

Yo estaba cerca, alborotada como soy, un poco más atrás
No estaba sentada porque eso me cansa, pero estaba justo atrás
Y cuando pasé, imperceptible, por tu lado
Me rozaste la mano, pero como no la sentí, seguí caminando

Ahora estaba adelante, cegándome para no sentir.
Ahogándome para respirar
Y tú andabas igual
Pero ya no estaba atrás, tú veías lo que yo era, lo que quería esconder porque lo escondía en la parte de atrás.
Lo veías pero no lo querías decir

Y como es la vida, que en una frenada mía y un acelerón tuyo
Quedamos al mismo nivel
Y mira que bonito
Me rozaste la mano otra vez y sentí que me tocabas el corazón
Lo tenías en la mano, pero no sabíamos que hacer con él
El horizonte aclarecía una respuesta que ninguno había podido ver

Nadie toca el horizonte
Yo no creo en el futuro ni en el pasado
El primero no existe, y el segundo ya se fue
Y en este momento, sigues con mi corazón en tu mano
Como con cuidado, como si se fuera a romper
Pero es que tus manos son tan cuidadosas que no lo podrían hacer
Y si lo hicieran alguna vez, yo lo recogería, lo armaría, y te lo entregaría otra vez
¿O para qué pensar en eso? Si en este momento estamos sentados en el horizonte
El que no podemos tocar
Pero el que nos encanta ver
Encontramos la respuesta sin querer.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Brilha

Y la miraba callado como si algún día fuera a entender que el cuerpo de mujer que me envolvía no era realmente para mí. Enamorado así estaba yo, desde el día que la vi, desde que me miró y sentí el olor barato de algún frasco de plástico, porque para vidrio nunca le alcanzaba. En la oscuridad, así no mas estaba ella casi desnuda contoneándose y no para mí. En medio de luces de colores que no dejaban de admirarla, sí, tenía luz propia, pero nunca lo supo, sólo sabía que los ojos que la miraban en ese momento lo hacían ebrios pero deseosos. Curioso. Ese era el mundo de Brilha, “es portugués” me decía orgullosa, “significa brilla” Su verdadero nombre Soledad. Su profesión, Prostituta. Su origen, algún barrio de esos en los que la esperanza es lo primero que se pierde. Su mundo giraba en torno a sonrisas y besos vendidos, se veía su hermosa cara en medio de esas mujeres ofreciendo menos que amor por algo de dinero, estaba ella ahí entre vestiditos de lentejuelas y ropas íntimas bri