¡Uno! ¡Dos! ¡Tres!
Empieza a darme vueltas absurdas la cabeza.
Las palabras entran pero no son descifradas.
Un enredo, una maraña de pensamientos atorados en mi garganta no me permiten modular y todo sigue dando vueltas a mí alrededor atándome a un mundo confuso del que siempre he querido escapar, no tengo manera de hacerlo y yo misma me amarro a un absurdo teatro de mascaras, de sentimientos sin fondo y latidos vacíos.
¡Uno! ¡Dos! ¡Tres! ¡Alto!
Respiro, cierro los ojos y escapo lentamente a la realidad en la que cada persona vive, millones de sub-mundos… en un mundo.
Sencillo.
Empieza a darme vueltas absurdas la cabeza.
Las palabras entran pero no son descifradas.
¡Uno!
Respiro, cierro los ojos y escapo lentamente a la realidad en la que cada persona vive, millones de sub-mundos… en un mundo.
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