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Sin Nada para Nadie

No busques fronteras donde no las vas a encontrar, que conmigo los límites no se sienten…

Tampoco busques reglas, la única que existe es no romperme el corazón…

No busques razones que conmigo pensar no es válido, sólo vale sentir…

No busques más heridas pues vas a hacerlas sangrar… mi pasado es sólo mío…

No busques más futuro que conmigo sólo funciona el aquí y el ahora…

No busques escritos en rosa, ni lunas ni estrellas, no encontrarás más que mi realidad…

No busques que esto sea fácil y ensoñador, nadie dice que lo es, pero tampoco es lo más difícil que nos pueda pasar…

No busques perfección porque eso es lo que menos hallarás, no soy más que una mujer con miles de errores…

No busques amor eterno que en eso ya no creo, simplemente encontrarás una cómplice para que tu vida sonría de vez en cuando…

No dejes de buscar en cambio un abrazo, una palabra, un escrito poco profundo.

No dejes de buscar sonrisas y las alas que me dejan correr, la vida misma con sentido de vivir…

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Puedo decir que soy incapaz de regalarte la luna, de bajarte una estrella, o contar la arena del mar por verte sonreir. Puedo decir que no te juraría amor eterno o morir cuando el final llegue. Puedo decir que no me uniré a ti por siempre, ni que me uniré a ti hoy siquiera. A cambio podría prometerte un abrazo compañero. Tener una sonrisa cómplice. Y por supuesto compartir un cuarto en el sanatorio. No puedo ofrecerte un futuro perfecto. Pero puedo darte lo poco que tenga en el corazón, Lo poco que me queda en las manos. Te ofrezco mis pobres letras, Mis historias interminables, Mis lágrimas cuando sea el caso. Puedo decir que no tengo el oro del mundo para llevarte al fin de este. Juro, a cambio, no dejar de llenarte el alma con detalles, De no consentir tu espíritu, De no desnudarme el cuerpo. Y juro por la infinidad del universo Renunciar a todo por estar contigo… Lo que no sabemos es qué tan infinito sea el universo… ¡JA!

Las dos versiones

Todos sabemos que en una historia con dos personajes, siempre hay dos versiones. Dos versiones de amores, de chismes, de estrelladas y hasta de historias en el bus: La suya, por supuesto, porque usted no estaba atravesado, el man ese lo empujó cuando usted cordialmente entraba con diplomacía al bus; y la del man ese, que dice que usted estaba atravesado y no lo dejaba pasar. Pero no solo en hechos hay dos versiones, también hay dos versiones de una misma personas. A ver me explico con el ejemplo usual: algunos hombres (también hay mujeres con dos versiones, pero los hombres dan más papaya y por eso los pongo de ejemplo), que tienen versión original y versión beta. La primera el hombre la usa con sus amigotes, primotes y amigas, es el típico coqueto-montador-eructador que hace reír a todos; la segunda, en cambio, la usa solo con una o dos mujeres: la novia y la mamá, en ese orden respectivo. Esta versión beta tiene la cualidad de ser caballero-ensueño-complaciente que no sería capaz de ...