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El Juicio, Parte1: A su Favor

No lo buscaba nunca busco nada, nunca supe que era cierto y no me dí cuenta cuando empezó y no sé en qué punto terminar… inspirador de estúpidos sentimientos y de palabras cursis que no me da pena escribir. Creo que mi lírica no es poética, realmente es frenética y no sé si quisiera saber todo lo que tengo aquí adentro. Otro escrito más, otra cosa en qué pensar, otra noche sin sus labios, sin usted…. Sin saberlo mio, sin saber si esta aquí o está lejos de mi, sin saber dónde esta, tal vez enredado en mi alma o escondido en mi corazón o lejos de esta mente que nunca recuerda nada pero sí tiene presentes los besos que me ha dado… No sé para qué carajos le escribo si finalmente nuncá dirá lo que se cruza por su cabeza, si nunca sabré realmente qué siente, qué quiere, qué espera, qué sueña…
Yo aquí, abrazo a mi soledad y me aferro a los recuerdos, recuerdos, qué recuerdos puede tener si a veces siento que para usted no existo o el existencialismo me hace pensar eso… suena estúpido pero una sola palabra es suficiente para hacerme sonreir para hacerme pensarlo de la única forma que lo hago: con el corazón… usted, hombre que hace sonreir a la niña en su camino, que desde que sintió algún mordisco en el estomago cuando lo vio no hace sino pensar que algún día estará aquí no creo que lea esto y si lo lee, disculpeme fue un momento de poca lucidez dejarlo leer… dejeme saber la palabra que no es capaz de salir, que no es capaz de brotar de su boca, que no sabe como hacerse escuchar que manía esa de no dejarme saber lo que ruego por escuchar, no quiero leerlo entre líneas o adivinar qué es…
No sé nada de usted, tal vez usted de mi tampoco sabe mucho, ¿Qué puedo decirle? ¿Qué quiere saber? Poco me conoce para no hablarme como si yo fuera su almohada, poco me conoce como para no preguntar cualquier cosa, no importa lo que sea… siempre firme, aquí estoy, quien me conoce sabe que siempre he sido firme, usted ¿lo sabe?
No puedo hablarle cuando está conmigo, no puedo ser como quisiera ser y eso sí es su culpa, se le declara culpable de que el alma se esconda cuando lo ve porque lo considera asesino de sueños estúpidos e irreales que me molestan y no me dejan dormir.
¿Y qué? Ya me confundió tanto y me enredó tanto la cabeza que me dejó confundida como usted, sin saber qué quiero o qué espero como dice una canción "rompió todos mis esquemas", me hizo pensar cosas que no había pensado, hacer cosas que me molestaban y además sentir cosas que me tenia prohibidas a mi misma para no sentirme débil. Eso fue un golpe bajo y a su favor.

No sé cómo se acaba esto, no creo que usted lo sepa, no creo que sepamos que puede llegar a pasar con todo… no quiero perderlo y duele reconocerlo

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Brilha

Y la miraba callado como si algún día fuera a entender que el cuerpo de mujer que me envolvía no era realmente para mí. Enamorado así estaba yo, desde el día que la vi, desde que me miró y sentí el olor barato de algún frasco de plástico, porque para vidrio nunca le alcanzaba. En la oscuridad, así no mas estaba ella casi desnuda contoneándose y no para mí. En medio de luces de colores que no dejaban de admirarla, sí, tenía luz propia, pero nunca lo supo, sólo sabía que los ojos que la miraban en ese momento lo hacían ebrios pero deseosos. Curioso. Ese era el mundo de Brilha, “es portugués” me decía orgullosa, “significa brilla” Su verdadero nombre Soledad. Su profesión, Prostituta. Su origen, algún barrio de esos en los que la esperanza es lo primero que se pierde. Su mundo giraba en torno a sonrisas y besos vendidos, se veía su hermosa cara en medio de esas mujeres ofreciendo menos que amor por algo de dinero, estaba ella ahí entre vestiditos de lentejuelas y ropas íntimas bri